PERÚ - Micromuseo

¿Qué es y qué quiere ser Micromuseo? Un museo AMBULANTE, un museo rodante, concebido
no para comunicar relaciones de PODER cultural entre las elites del centro y de la periferia, sino para vehicular nuevas y propias COMUNIDADES de SENTIDO, comunidades de SENTIMIENTO. MICROMUSEO no se limita al ATESORAMIENTO y exhibición de colecciones,
aunque la organización de muestras y la formación de un acervo se encuentren entre sus objetivos. Este museo no acumula objetos: los CIRCULA. No consagra ni sacraliza:
CONTEXTUALIZA. No tiene una ubicación única: VIAJA y se distribuye según las características de cada una de sus proyecciones.
Un museo RODANTE, un museo ambulante, articulado no en términos de alianzas definidas
desde lo global, sino como un encuentro específico, local, entre lo PEQUEÑO-BURGUÉSILUSTRADO y lo POPULAR-EMERGENTE. Una FRICCIÓN CREATIVA en la que lo SUBALTERNO irrumpe –interrumpe– en cualquier ilusión de continuidad sin FISURAS entre las culturas dominantes del centro y de la (ULTRA)PERIFERIA. Pero también en cualquier noción ingenua de homogeneidad para la cultura CRÍTICA que así se construye mediante CONTRAPUNTOS no siempre armónicos.
Una política de INSCRIPCIONES MÚLTIPLES cuya materialización privilegiada no está en el objeto o en la colección o en el espacio físico, sino en el PROYECTO CRÍTICO que articula a cada uno de esos elementos, aún con anticipación de sus existencias respectivas. EL MUSEO ANTES DEL MUSEO. Una PRAXIS MUSEAL que yuxtapone los FRAGMENTOS dispersos de nuestras muchas expresiones, recíprocamente ILUMINADAS por sus CONTRASTES tanto como por sus articulaciones. ESTRATEGIAS FRICCIONARIAS cuyo principio dinamizador es NO REPRIMIR SINO PRODUCTIVIZAR LAS DIFERENCIAS. Ubicar en escena crítica el carácter DISCONTINUO de la historia y de la cultura y de la política en una sociedad hecha de FRACTURAS. Una comunidad inimaginada donde ningún presente cancela todos los pasados irresueltos que se derraman sobre nosotros. Y sus INERCIAS simbólicas. Una MUSEALIDAD MESTIZA, donde las palabras “artista” y “artesano” se irán reemplazando por la de “ARTÍFICE”, procurando de ese modo significar la crisis de esas y otras distinciones en una cultura crecientemente hecha de LO IMPURO Y LO CONTAMINADO. Intercambios de FLUIDOS en que lo subalterno ocupa un lugar nuevo, ya no como representación imaginaria sino como IRRUPCIÓN, como INTERRUPCIÓN fáctica en el discurso, en el INTERCURSO cultural. Una MUSEALIDAD PROMISCUA, donde las obras llamadas artísticas coexisten con productos MASIVOS u objetos RECICLADOS, además de notables ejemplos de la múltiple creatividad popular –incluyendo parafernalia RELIGIOSA y aquellas rústicas ESCOPETAS “HECHIZAS” que
tuvieron un papel dramático en las violencias definitorias de la (post)modernidad peruana. Restos decisivos pero precarios de nuestra cultura material más URGIDA. Un CATALIZADOR DE ESCENA, cuyos fondos materiales y conceptuales constituyen también
una reserva HISTÓRICA, conservando y haciendo disponibles objetos y documentos y VISIONES que, de no ser por esta iniciativa, en muchos casos habrían desaparecido pese a su relevancia. Los señalamientos de MICROMUSEO recuperan y valoran gestos y obras en su momento de MÁXIMO RIESGO, de PELIGROSIDAD incluso. Una apuesta audaz por LA CONTEMPORANEIDAD MÁS DURA, despreciada entonces y hoy validada a posteriori por la creciente incorporación de sus formas culturales a otras instancias e instituciones. Un renovado sentido común al que MICROMUSEO contribuye desde sus posiciones más TEMPRANAS. Un agente crítico de CIUDADANÍA NUEVA. Se trata de capitalizar incluso las interminables DERROTAS, transformándolas en EXPERIENCIA al activar como MEMORIA los restos de nuestra historia tantas veces ROTA. Fragmentos que se quiere así reintegrar a un continuo por siempre INTERRUMPIDO pero RECOMPUESTO siempre. No una finalidad sino un MEDIO. MICROMUSEO se ofrece como parte de un proyecto mayor, vinculado a nuestra precaria realidad. Y a los esfuerzos por comprenderla TRANSFORMÁNDOLA.

Gustavo Buntinx (1957) es egresado magna cum laude de la Universidad de Harvard. Como
curador e historiador del arte ha realizado exposiciones y publicaciones en diversos países, principalmente sobre arte contemporáneo, pero con varias incursiones significativas sobre la plástica colonial y republicana. Sus trabajos más conocidos exploran las relaciones entre arte y violencia, arte y política, arte y religión.
Exposiciones y/o escritos suyos han sido acogidos por entidades como: el Museo de Arte de Lima (MALI); el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO); el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo en España (MEIAC); el Museo de Arte
Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA); el Museo Real de Bélgica; el New Museum de
Nueva York; el Centro Cultural de España entre otros. Entre sus libros más importantes se encuentra E.P.S. Huayco, publicado en 2005. Están en preparación sendas recopilaciones de sus escritos sobre arte y religión y sobre arte y violencia.
Buntinx mantiene asimismo una permanente praxis museológica que se remonta hasta la
primera mitad de la década de 1980. En 2006 fue uno de los coeditores del libro Museum Frictions: Public Cultures / Global Transformations, publicada por Duke University Press. En esa línea de intereses ejerce también el oficio de “chofer” (conductor) de Micromuseo (“al fondo hay sitio”), una experiencia de recuperación y confrontación del arte crítico y de la cultura material más urgida, articulados como respuesta autogestionaria al vacío museal peruano.

Lima
habla@micromuseo.org.pe
www.micromuseo.org.pe

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